También conocido como órgano de Jacobson, es una estructura sensorial ubicada en la cavidad nasal de algunos animales, incluyendo los perros. Este órgano detecta feromonas y otras sustancias químicas, permitiendo al perro percibir información relacionada con el estado emocional, sexual y social de otros animales. Es crucial para la comunicación entre perros, ya que les ayuda a interpretar señales químicas que no se perciben a través del olfato convencional.
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