Tras los cruciales primeros días en casa con tu nuevo compañero de vida otro momento clave son los primeros paseos. Son vitales para el bienestar de tu perro pero al principio pueden ser estresantes por la gran cantidad de novedades que surgen tras una adopción.
Hay muchísimas variables en juego y por eso aunque intentes hacerlo todo bien pueden pasar cosas que escapen a tu control. Es normal, no te agobies. Vamos a hacerlo lo mejor posible
¿Cuál es el objetivo del paseo?
Sabemos que salir a la calle a caminar es una parte vital en la vida de un perro pero un paseo puede tener diferentes finalidades.
Hacer sus necesidades es un objetivo evidente -y hay ciertas pautas que pueden serte útiles para facilitar que un perro adoptado haga pis y caca en la calle. En cualquier caso, es normal que en los primeros días el can adoptado se haga pis o caca en casa. No te preocupes, solo requiere algo de tiempo para habituarse.
Las salidas frecuentes ayudarán el proceso de aprendizaje por parte del perro.
Otros objetivos del paseo pueden ser socializar con otros peludos o personas, explorar, hacer ejercicio, etc. En definitiva, cubrir necesidades básicas.
El entorno y tu perro marcan el paseo
El paseo será diferente para un can con miedo a la calle, para una perra sin experiencia urbana previa o para otra ya acostumbrada a la ciudad. Sus experiencias previas, edad, miedos o inseguridades… todo esto influye mucho.
Siempre tenemos que “ponernos en sus patas”. Le hemos sacado del entorno que conocía, ha perdido sus referentes de seguridad, tiene que aprender sobre tu lenguaje, tu forma de moverte, tus rutinas, los nuevos sonidos y olores…
Todo esto supone un gran estrés así que el resto de su tiempo, en los aspectos que podamos controlar, debería ser lo más calmado y tranquilo posible. Algunos consejos en este sentido son:
- Hacerlo predecible: saber lo que va a pasar ayudará a tu perro a prepararse y que sea menos estresante.
- Relajación: buscar sitios cómodos donde pueda descansar.
- Novedades progresivas: irle presentando el mundo poco a poco: nuevos entornos, personas, perros…
- El ritmo debe marcarlo él o ella: es habitual ver a personas arrastrando perros de la correa porque se han parado. Si necesita tiempo para analizar las novedades, deja que lo haga, acompáñale.
Por regla general (y no olvidando que cada individuo es un mundo) buscaremos hacer paseos cortos por entornos que no tengan demasiados estímulos. Poco a poco podrás ir aumentando la duración.
Si tienes un parque al lado de casa probablemente para tu perro sea más agradable que una gran avenida. Te recomendamos que hagas el mismo paseo durante unos días y a ser posible a las mismas horas, intentando que pueda decidir por donde ir (siempre que no vaya a meterse en una situación peligrosa o que no pueda gestionar como ir por una zona con demasiado tráfico o meterse en un parque infantil).
Frase destacada: Para muchos perros recién adoptados, el poder prever lo que va ocurrir facilitará enormemente la adaptación. En parte, lo logramos con las rutinas.
Es muy importante prestar atención al lenguaje de tu perro. Detectar señales de miedo y/o estrés te permitirá identificar qué cosas pueden afectarle, si el paseo está durando demasiado o se está sobrepasando.
************Infografías de señales de estrés********************
Con un perro recién adoptado: seguridad ante todo
Cuando un individuo entra en nuestras vidas no sabemos los traumas que puede llevar en su mochila. Hay que estar preparados para una situación en la que pueda asustarse y entrar en huída.
Saber elegir una buena correa y un arnés cómodo y seguro -de tres puntos si nuestro can tiene miedos- es fundamental para su seguridad y bienestar.
Hay algunos consejos básicos que te ayudarán a que se sienta cómodo con el arnés y salga de casa de una forma tranquila.
Sujetar la correa de forma segura te evitará más de un susto.
Una pregunta que nos suelen hacer es ¿cuándo podré soltar a mi perro adoptado? La respuesta corta es: ahora desde luego que no. Soltar a un perro en un entorno no seguro es una gran responsabilidad.
Forjar un vínculo fuerte con tu can llegará con el tiempo. De momento, quizá encuentres nuevos miedos que desconocías. Es recomendable que lleve chapa identificativa y gps para perros.
Primeros paseos y encuentros con otros perros: evita los pipicanes
La idea del perro que es feliz jugando con otros perros en el parque canino está muy extendida pero la realidad, muchas veces, es bastante distinta.
La mayoría de los perros necesita socializar sí, pero socializar puede ser intercambiar unas palabras en la distancia a través de marcajes olfativos. Habrá perros que desde el minuto uno de la adopción quieran estar con otros e incluso jugar y perros a los que les cueste más interactuar o sean más serios.
Por eso mismo al comienzo de tu relación con tu perro adoptado sería mejor evitar los pipicanes, esos pequeños recintos vallados donde es habitual encontrarse “pandillas” caninas. (enlace al artículo sobre pipicanes)
Un pipican no suele permitir a los perros relacionarse de forma correcta porque no hay el espacio suficiente y esto puede dar pie a conflictos y malas experiencias.
Es perfectamente normal que un can recién adoptado no quiera relacionarse o evite encuentros demasiado intensos, su cabeza está ocupada asimilando todo lo que está pasando en su vida. Así que fíate de lo que haga tu perro y evita forzar interacciones que no desea.
Conclusiones
- Duración: empieza con paseos cortos y valora cómo le afectan emocionalmente. Aumenta la duración de forma progresiva.
- Entorno: busca lugares tranquilos.
- Rutina: hacer el mismo paseo a las mismas horas puede facilitarle la adaptación.
- Observación: presta atención a su lenguaje para ver cómo gestiona el mundo y acompañarle mejor.
- Seguridad: correa resistente,bien sujeta, arnés ajustado y chapa identificativa.
- Socialización: procura no forzarle, ajustate a sus ritmos.
- Paseo consciente: es un momento importante para tí y tu perro. Procura buscar momentos en los que no tengas prisas. También evita distracciones como el teléfono.
- Cada perro es un individuo único: las recomendaciones que aquí damos son generales y debes adaptarlas al perro con el que convivas. Las necesidades de cada perro son únicas. Si tienes dificultades te recomendamos que te pongas en manos de un profesional.