Los responsables y las personas voluntarias de las protectoras buscan constantemente mejorar el bienestar de los perros que están a su cuidado. Las condiciones en las que llegan a los centros de adopción y las limitaciones de la vida en sus instalaciones afectan significativamente su salud física y emocional.
El enriquecimiento ambiental es una herramienta eficaz para mejorar su bienestar, proporcionando estímulos que imitan las condiciones de una vida natural y fomentan comportamientos beneficiosos.
¿Qué es el enriquecimiento ambiental?
El enriquecimiento ambiental comenzó a ponerse en práctica en zoológicos, para mejorar la vida de los animales en cautiverio. Consiste en conocer las necesidades naturales de un animal y hacer modificaciones en su entorno que permitan satisfacerlas. Por ejemplo, colocar superficies rugosas en las paredes del espacio donde residen las jirafas, ya que son animales que suelen rascarse contra rocas o árboles.
En perros, debido a su evolución junto a los humanos, estas necesidades pueden ser más difusas. Además de las propias de la especie, muchos canes tienen inclinaciones hacia ciertos comportamientos debido a la selección artificial, como cavar en el caso de los terrier o perseguir presas pequeñas en los galgos. Por lo tanto, tenemos que pensar en los comportamientos y estímulos que un perro tendría en una vida natural pero que no puede realizar en una protectora.
Importancia y beneficios del enriquecimiento ambiental en protectoras de perros
Las interacciones sociales limitadas, el ejercicio físico o mental insuficiente así como los entornos poco estimulantes pueden provocar efectos negativos en el bienestar de los canes. Cuando sus necesidades no están satisfechas surgen problemas de comportamiento, frustración, estrés crónico, conductas estereotipadas, apatía, letargo, aumento de los conflictos sociales o problemas de salud física.
Todos esto puede afectar a su adoptabilidad, generar problemas en la convivencia una vez adoptados o incluso que los devuelvan.
El enriquecimiento ambiental puede ayudar a mitigar estos problemas y aporta muchos beneficios:
- Reduce el estrés y la ansiedad
Proporcionar un entorno más estimulante disminuye los comportamientos estereotipados y promueve un estado emocional de calma. - Fomenta comportamientos naturales
Permitir que los perros realicen actividades que imitan su comportamiento natural, como buscar comida, socializar o masticar, mejora su bienestar general y ayuda a evitar que surjan comportamientos conflictivos como vía de escape, como morder vallas, perseguir sombras o ladrar compulsivamente. - Mejora la salud física y mental
Un entorno enriquecido ayuda a prevenir problemas de salud relacionados con el estrés y la falta de actividad física, como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y problemas musculoesqueléticos. - Favorece la adoptabilidad
Los perros menos estresados y más equilibrados son adoptados más fácilmente. - Promueve el optimismo
Participar en actividades de enriquecimiento ambiental, especialmente aquellas que requieren crear estrategias, superar retos o enfrentarse a estímulos novedosos, transforma la percepción del can sobre lo desconocido. Le ayuda a enfrentarse a nuevas situaciones con mayor seguridad y actitud positiva. Como resultado, los perros se adaptan mejor a nuevos hogares, se reducen las posibilidades de conflictos con otros peludos y personas, y se facilita la superación de traumas pasados. - Aumenta la sensación de control
Proporcionar al can oportunidades para tomar decisiones y tener control sobre su entorno es crucial para su bienestar emocional y evitar posibles problemas de comportamiento.
Áreas del enriquecimiento ambiental
Existe cierta confusión sobre qué constituye enriquecimiento ambiental. Un juguete, por sí solo, no lo es; se convierte en una herramienta de enriquecimiento cuando se usa específicamente para satisfacer una necesidad del perro. Por ejemplo, esparcir comida para que la busque mediante el olfateo solo lo será si esta actividad no forma parte de su rutina diaria. Para un can que vive en la calle, no sería enriquecimiento, ya que es algo habitual en su día a día.
Aquí resumimos diferentes áreas de enriquecimiento ambiental y algunos ejemplos en cada caso que podrían ser interesantes para los perros:
- Física: consiste en proporcionar actividades que fomenten el ejercicio, el movimiento o explorar distintos terrenos, ayudando a mantener la salud del perro.
- Paseos
- Correr libre (si lo desea y siempre en espacios seguros)
- Caminar sobre diferentes superficies
- Perseguir, saltar, estirarse.
- Propiocepción.
- Manipulación de objetos con patas y/o boca.
- Mental: implica actividades que desafían la mente del perro, siempre adaptadas a las necesidades y capacidades del perro, como juegos de resolución de problemas o juguetes interactivos, promoviendo así su bienestar cognitivo y emocional.
- Juguetes interactivos
- Aprendizaje por imitación.
- Objetos novedosos.
- Fomentar la exploración de nuevos lugares.
- Variar los paseos.
- Sensorial: se centra en involucrar y activar los sentidos del perro mediante olores, sonidos y texturas variadas, ayudando a mantener su curiosidad y enriquecer su experiencia diaria.
- Uso de aceites esenciales.
- Música clásica en el área de descanso.
- Variaciones en el entorno visual (añadir plantas u objetos novedosos en su campo de visión).
- Proporcionar nuevos sabores.
- Crear pistas de texturas con cortezas de pino, grava, arena, etc.
- Uso de alfombras de olfato.
- Social: se enfoca en promover interacciones con otros perros y personas, fomentando habilidades de comunicación y fortaleciendo vínculos afectivos. Estas interacciones tienen un gran potencial en la reducción de estrés, siempre que sean entre individuos que se van a llevar bien. Para un perro recién llegado, que no tenga dificultades con personas, la presencia de un ser humano, puede hacer que la situación sea menos estresante.
- Interactuar con personas conocidas y desconocidas.
- Patios grupales.
- Convivencia en habitaciones entre dos perros compatibles (hay que realizar una buena valoración).
- Sesiones de juego con humanos u otros perros.
- Pasear con otros canes.
- Voluntarios que vayan a pasar el rato en los patios.
- Alimentaria: no solo se trata de ofrecer una dieta equilibrada, sino también de recrear los comportamientos naturales que los perros realizan para obtener comida. Muchos de estos, como el lamido o la masticación, tienen implicaciones hormonales que provocan sensación de bienestar y reducen los niveles de estrés.
- Juguetes rellenables.
- Esparcir y esconder comida para que busquen.
- Dar la comida dentro de cajas que deban destrozar.
- Ofrecer masticables naturales.
- Seguridad y comodidad: mantener los espacios limpios y confortables así como ayudar al can a sentirse seguro. Situaciones como temperaturas extremas, alta humedad, convivencia con excrementos y orines, estado de alerta o sentimiento de amenaza elevan los niveles de estrés en el organismo, deteriorando de forma drástica la salud de los perros.
- Higiene patios y cheniles.
- Crear lugares en los que en una situación puntual de miedo (un conflicto, un trueno…) puedan refugiarse, como una caseta, tanto en los patios como en los cheniles, aunque en estos últimos puede ser más complicado por la falta de espacio.
- Cepillar a los perros para mantener las capacidades del manto óptimas.
- Proporcionar superficies donde los perros puedan desgastar sus uñas caminando o rascando.
Conclusiones
A todos los canes les vendría bien el uso de estrategias de enriquecimiento ambiental. En su convivencia con el ser humano, la posibilidad de realizar comportamientos propios de su especie se ve limitada lo que tiene efectos negativos sobre su bienestar y comportamiento.
Esto se agudiza en las protectoras, debido en muchos casos a la falta de personal, tiempo, espacio, etc. Implementar el enriquecimiento ambiental no sólo mejora su bienestar físico y emocional, preparándoles mejor para una futura adopción. si no que además, ayuda a reducir estrés y prevenir los diferentes problemas que pueden surgir fruto de la vida allí.