Es la elevación del pelo del perro, especialmente en la región del lomo y el cuello, provocada por la contracción de músculos diminutos asociados a los folículos pilosos. Suele aparecer como respuesta a situaciones de tensión, miedo o excitación, contribuyendo a que el can se perciba más grande. Constituye una señal de comunicación corporal que, junto con otras posturas y expresiones, permite al perro transmitir su estado emocional.
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